Quisiera hablar acerca de una película extraña, especial, peculiar, terrible, dramática, confusa, paranoica, loca, traumática, filosófica, embaucadora, delirante, demencial, escalofriante, dolorosa... os hablo de Cabeza Borradora (Eraserhead), escrita y dirigida por David Lynch en 1977.
Aquí, el director no pretende contarnos una historia al uso, no quiere que sigamos una trama, ni mucho menos es su intención introducir un planteamiento, un nudo y un desenlace. Desde mi punto de vista, esta película es una manera sublime de plasmar los miedos, los traumas y las paranoias de un gran loco, que entró pisando fuerte en el cine con esta extravagante ópera prima.
Quisiera realizar un análisis de lo que yo interpreto con algunas de las secuencias de este film:
Al iniciar, el primer plano de un hombre deprimido y angustiado en un barrio denostado, abandonado y destruido nos mete de lleno en lo que va a ser el resto del largometraje. Camina lento, cabizbajo, sin un sonido de fondo que no sea el de los estridentes trenes. Se dirige a su casa, situada en un escenario mucho más deprimente y demacrado. Llega a su casa, se mete en el ascensor, y este tarda una eternidad en cerrar sus puertas para subir.
- Lo que yo saco como mensaje con esto es lo mal que va el mundo, lo triste que puede estar un ser humano sin que el resto lo sepa, y pretendiendo que el resto lo vean como algo normal... como si no ocurriera nada. Lo que nos rodea es gris a consecuencia de cómo nos pueden tratar, y la escalofriante parte del ascensor es lo que tardan aquellas cosas que más anhelamos: las puertas tardan en cerrarse, en realidad ese ascensor es la vida y las consecuencias que hacen que tarde todo una eternidad en llegar.
Poco después de este confuso comienzo, el protagonista es invitado a cenar con la familia de su novia. Todos están asqueados y deprimidos, casi ni hablan, y si hablan es para soltar alguna injuria, enfado o protesta. La madre está preparando una ensalada, y pone el cuenco en las rodillas de la abuela, le coge de las muñecas y empieza a remover la comida como si se tratase de una marioneta. Después, en la mesa, al pinchar los pollos asados con el tenedor, estos se mueven y comienzan a sangrar. Al hacer esto, el protagonista mira al resto de su familia política con un gran complejo de culpabilidad.
- Esta parte puede tener decenas y cientos de mensajes, pero lo que mi despierta (pero humilde) mente interpreta, es que en realidad, las personas, muchas veces, prefieren callar antes de hablar, porque si lo hacen, será para algo que haga daño a los demás. La parte en la que remueve la comida dirigiendo los brazos de la abuela, para mí significa que nos dejamos manipular por otras personas, y que estamos bajo las órdenes de cualquier persona llamada "Político". Sinceramente, no sé qué pensar de los pollos asados sangrando y agonizando. En mi opinión, son los recuerdos y el daño que puedes hacer a la memoria de una persona que ha muerto, y que al "pinchar" donde no debes, las heridas pueden seguir sangrando y producir mucho dolor.
La novia del protagonista está embarazada, y esta se va a vivir a su casa. Ella le comunica, entre desgarradores llantos, que el hijo que van a tener es "diferente a los demás". Cuando ha dado a luz y vemos al hijo, observamos que éste es como una especie de monstruo, sin piernas, ni brazos, con hocico de animal extraño y de horrible aspecto. Después de tantos palos psicológicos, nuestro personaje principal se tumba en su cama y observa el radiador de su cuarto un buen rato, y tras unos minutos, imagina que dentro de éste, existe una mujer de peculiar aspecto pisando cordones umbilicales y atrayéndole para que vaya con ella. Después, al protagonista se le cae la cabeza al suelo.
- A este angustioso y triste aspecto de la película, le extraigo un claro mensaje sobre el miedo y la inseguridad. Hay personas con miedo a dar pasos adelante en la vida, y un paso muy decisivo en el ser humano es el de tener hijos. Hay quien ve eso como algo "monstruoso" y "aterrador", de ahí que el aspecto del bebé sea así de espantoso, pues hace referencia al miedo de dar ese paso. Y la chica del radiador no es más que ese ser que imaginamos para escapar de aquello que nos produce inseguridad, aunque sea producto de nuestra mente. Aparece pisando cordones umbilicales, es decir, su conciencia y su miedo le dicen que ha metido la pata habiendo dado ese paso.
Finalizo analizando tan sólo una parte más de esta desconcertante película, pues si cuento cada detalle, esta entrada ocuparía páginas y páginas.
Es curioso, pues la chica del radiador, le repite muchas veces en tono de cancioncilla infantil terrorífica "In the heaven, everything is fine", que sería algo como "En el cielo todo es bueno". Finalmente, se decide a ir con ella, sin dejarte claro si es producto de su imaginación o si la chica que le salva de su agobiante vida existe de verdad.
-Es una duda que se te queda para la posteridad, pero es un placer quedarte pensando y notar que esta película es un círculo que no está del todo cerrado.
Le dice que "en el cielo todo es bello", como si la lectura final y el mensaje definitivo fuese que la muerte es lo único que te va a salvar de la existencia manipuladora, confusa y gris en la que el ser humano está condenado a vivir.
Esta interpretación de la película es personal, y es la que yo he extraído. Otros que la vean, podrán sacar conclusiones diferentes. David Lynch tiene esa parte tan curiosa de sus películas, que admiten miles de formas de verlas, y nunca va a haber un resumen o una trama clara para todo el público.
Tú eres una persona, tú ves una "Cabeza borradora", yo soy otra persona y yo veo otra "Cabeza borradora" diferente.
Os invito a descubrir a David Lynch y a ver su primera película. La incomparable "Cabeza borradora". Pero eso sí; HAY QUE SER MUY, MUY CINÉFILO Y AMAR MUCHO EL SÉPTIMO ARTE PARA VERLA CON LA MENTE ABIERTA.
Firmado: Jose. Un loco del cine y de la vida en general.
VIVA EL CINE
Personaje: Henry Spencer.
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