sábado, 6 de abril de 2013

ADIÓS, COMPAÑEROS

Quisiera dedicar esta entrada a dos extravagantes cineastas que han muerto esta semana. Una figura peculiar y que realizaba cine por verdadero amor al arte, que se reía de sí mismo, admitía las "basuras" que hacía y utilizaba el cine "como juego"(según él decía), era Jesús Franco, más conocido internacionalmente como Jess Franco. Dirigió, escribió, produjo e incluso filmó más de doscientas películas, siempre tirando de medios sencillos, de historias grotescas y con una personalidad tan libre e independiente que se ganó la admiración de grandes estrellas como Quentin Tarantino entre otros.
Yo, personalmente, recuerdo algunas obra suyas que me dejaron, cuanto menos, perplejo: "Los blues del vampiro", "Necronomicón" y... una que tuve que ver dos veces para ver si era cierto que existía aquello: "Killer Barbys". Para ver este tipo de películas hay que saber valorarlas por lo que son. Todos sabemos que "es mejor" Titanic y bla bla bla bla... pero el desparpajo, el encanto y la inocencia bizarra, grotesca y cerebralmente dañina que tienen estas películas carece de precio. Ojalá hubiese más directores así.
¡Descansa en paz!!



Jess Franco recibiendo un Goya honorífico por su carrera cinematográfica.



En segundo lugar, dedico este espacio al gran José Juan Bigas Luna, fallecido esta madrugada debido a un cáncer. Es responsable de obras como "Jamón, jamón", en la que vemos a unos Bardem-Cruz veinteañeros, o "Huevos de oro". Pero si debo recalcar una película suya, se trata de "Angustia". Puedo decir tranquilamente que es una de las películas que más me han provocado, que más agobio, desazón e inquietud me han producido, con mensajes que aún me cuesta descifrar, pues la conclusión de la película es que el mundo del cine y el mundo de la realidad se conectan misteriosamente, creando una atmósfera que pocos consiguen.
Hace poco, presentó un concurso para Freixenet, en el que cada uno presentaba en vídeo el motivo de su brindis personal. Una amiga y yo nos pusimos a ello, y saber que lo presentaba él fue, posiblemente el mayor aliciente.
Descandad en paz, y VIVA EL CINE ESPAÑOL.





Bigas Luna.



¡Un abrazo, amantes de todo esto!